lunes, 5 de septiembre de 2011

Un país lleno de idiotas

Así es como lo veo. A un lado tenemos a una ingente cantidad de idiotas, y al otro a cuatro listos que se aprovechan de ellos. Sí, lo habéis adivinado: vosotros sois los idiotas. ELLOS, los listos, no pierden el tiempo leyendo blogs como este.

No es mi intención ofender, pero..., ¡qué cojones! ¿Cómo queréis que os llame si permitís que unos sinvergüenzas hijos de puta disfruten de una vida de lujo a vuestra costa?

Estaréis de acuerdo conmigo en que sólo un idiota le daría las llaves de su casa a un desconocido para que fuera y se follara a su mujer mientras él está en el trabajo o en el bar viendo el fútbol, ¿no? Pues es lo que lleváis haciendo desde hace tiempo; demasiado tiempo. Cada cuatro años les dáis las llaves de vuestras vidas a esas sanguijuelas sin escrúpulos. ¿Y ellos qué hacen? ¿La voluntad del pueblo al que representan? !Nah! Esos cerdos de piel grasienta, untada en petrodólares de las multinacionales, se pegan la gran vida mientras el día a día del ciudadano de a pie cada vez es más jodido. Hablando en plata: no sólo se tiran a vuestras mujeres, si no que también se están follando a vuestras madres y a vuestras hijas, y a vosotros os sodomizan como y cuando quieren. Y todo a cambio de una televisión de 42 pulgadas y la línea ADSL más cara del planeta.

Parece que esos artefactos banales basten para que nos olvidemos de las diferencias que existen entre ELLOS y NOSOTROS. Y yo os pregunto: ¿es lo mismo tener un lavavajillas y una secadora que tener un sueldo vitalicio tras trabajar unos pocos años? ¿Qué les da derecho a ese sueldo? ¿Quién ha decidido que lo tengan? ¡YO NO! ¿Y tú? ¿Por qué, además de ese sueldo —que suele ser más que generoso—, ellos pueden seguir trabajando y un ciudadano no? ¿Por qué no rinden cuentas ni se les despide del puesto que ocupan cuando hacen mal su trabajo como a cualquier trabajador?

En fin, mis queridos idiotas, hoy me despido con una sencilla adivinanza. Muy visual, para que no os resulte demasiado esfuerzo dar con la respuesta adecuada:

Aparecen siempre trajeados, aseados y bien peinados,
con sus sonrisas de plástico y sus maletines de vender humo,
y cuando hablan al ciudadano nunca dicen nada claro.
¿Quiénes son ELLOS?

No hay comentarios:

Publicar un comentario